miércoles, 25 de febrero de 2015

DEFENDER A LAS FAMILIAS


En los orígenes de casi todas las Hermandades y Cofradías de Semana Santa jugaron un papel importante los gremios de trabajadores de diversas profesiones de cada una de las Ciudades y pueblos en las que éstas realizan sus desfiles procesionales, así como también la fidelidad tradicional de muchas familias en la devoción a una Virgen o a un Cristo determinados en un momento de la Pasión, Muerte y Resurrección.
Y es que en la familia, con las personas de su entorno más cercano, reside la primera sociedad del bienestar, la primera escuela que educa, el ambiente más propicio para el desarrollo integral de una personalidad, la primera iglesia doméstica, el hogar cálido y comprensivo donde todo tiene solución y todo se perdona, la cuna de todos los valores y virtudes, de todo lo bueno que las personas tienen que aprender en la vida, para ser válidas en la sociedad y en el mundo en general. Todo lo que digamos de la familia es poco, cuando se trata de una verdadera familia estructurada y amorosa, que unida, forme una piña para afrontar lo que se presente en el ámbito social, económico, cultural, religioso o moral.
Por eso, en estas fechas próximas, en las que nos acercamos a diversas convocatorias electorales, a los cofrades cristianos de verdad nos debe preocupar y mucho lo que los Partidos lleven en sus programas con referencia a la Familia, a la Vida, por ser el don más preciado que ésta engendra en su seno, a la Educación, a la Mujer y a la Juventud, como temas y asuntos de vital importancia para nuestra cansada Sociedad, falta de valores y sobrada de intereses sólo económicos, muchas veces conseguidos a costa del empobrecimiento de los demás.


A una Familia Cristiana y Cofrade le deben preocupar muy mucho asuntos como estos: Que haya un plan integral de apoyo para todas las familias. Que se proteja la maternidad con medidas de ayudas a las embarazadas, especialmente a las que trabajan fuera del hogar y a las que se encuentran en situaciones de dificultad. Que se impulsen redes de apoyo a la maternidad no querida. Que se proteja la vida del no nacido y del ya anciano desde su comienzo hasta su fin natural. Que se reconozca y se haga efectivo un plan de ayuda digno y generoso a la natalidad. Que se ofrezcan unas ayudas proporcionadas al estudio para los económicamente débiles. Que se haga efectiva una conciliación eficaz de la vida laboral con la vida en familia. Que se ayude con más eficacia a las familias numerosas y a las que cuidan de sus mayores y de familiares discapacitados….
Todo lo que redunde para el bien material y religioso de nuestras familias, bien venido sea y por ello tenemos que luchar y trabajar desde los distintos sectores de la sociedad, porque hoy todo el mundo admite que la familia es la primera y más importante célula de la misma; que en la familia radica el futuro del Mundo en que vivimos, porque la Sociedad y el Mundo serán como las Familias sean.
¡Luchemos por nuestras Familias, para que esta Institución humana jamás haga dejación de sus funciones y del papel trascendental que tiene en la Sociedad!

Semana Santa de 2015.-


Fernando Gámez de la Blanca.-


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