viernes, 14 de enero de 2011

POR FAVOR…… ¡¡GRACIAS!!


POR FAVOR…… ¡¡GRACIAS!!



Leí hace unos días en el Blog de un amigo cómo su hijo de pocos años, tras la petición de regalos a los Reyes Magos, se volvía agradecido a las figuritas del Belén y les daba las gracias una y otra vez, tras conseguir lo que les había pedido. Esto me sirvió de motivo para enviarle un comentario, cuyo contenido quiero explicitar y ampliar en esta colaboración, una más de las que con frecuencia realizo para los medios escritos.

Se habla reiteradamente en estos tiempos, y es verdad, de que nos invade una crisis en la economía y en el trabajo por falta de políticos y empresarios íntegros, crisis también en la familia, en la religión…., y en resumen crisis de VALORES humanos y trascendentes, que es donde muchos creemos subyace la raíz verdadera de las crisis que nos agobian. Ver este panorama es fácil. Juzgarlo, si me apuran, también. Pero actuar, trabajar, luchar, pasar, en una palabra, a la acción para remediarlo con acierto, ¿cuántas personas estamos dispuestas y preparadas para hacerlo? ¡Ahí está la clave!

Tenemos que comenzar por la preparación. Y por lo mismo buscar y conseguir personas preparadas es una tarea primordial, que se alcanza con el estudio, el esfuerzo, el trabajo sin limitación de tiempo, con la renuncia, con la educación integral desde nuestra niñez y nuestra juventud, y también con la formación permanente de cualquier persona por más años y experiencia que posea. ¿Y tenemos para ello el sistema educativo adecuado? Creo que no. Por tanto ahí está la primera reforma a afrontar.

Después de la preparación, la disposición casi desinteresada de entregar nuestro tiempo y vida para solucionar los problemas que nos rodean y que, como ahora, nos acucian hasta el extremo. Y este segundo paso, para la solución de la crisis, es el más difícil de dar, porque requiere de otro tipo de VALORES que atañen a lo más profundo y trascendente de nuestro ser: los valores morales, los valores religiosos, los valores evangélicos, que tan denostados y poco esenciales los consideran para su vida muchas personas, entre las que desgraciadamente hay muchos jóvenes, porque no se los han propuesto con la palabra o no se los han enseñado con el ejemplo desde su más tierna infancia, para así conseguir un desarrollo armónico y total de su personalidad.

“Nadie da lo que no tiene” y “nada se aprende por generación espontánea” – rezan dos sentencias muy antiguas –. Y es verdad, como demuestra la experiencia y como yo le decía a mi amigo en el comentario de su Blog; su niñito pudo dar las gracias a los Magos, porque ese valor del agradecimiento lo tenía que haber “mamado” en su hogar, en su familia, entre los suyos, ya que, al no estar aún en edad escolar, no pudo aprenderlo en la escuela y sí en la familia, verdadera, primera y fundamental escuela del aprendizaje de VALORES de todo tipo. Y por desgracia también, además de los que ofrece la sociedad actual, de CONTRAVALORES, siempre que las familias no estén valoradas, apoyadas y defendidas por los poderes públicos, como uno de sus baluartes más fuertes para afrontar todo tipo de crisis. Que no nos quepa la menor duda de que una buena dosis de valores y su escala correcta es la mejor herencia que cada familia puede desear y dejar para sus hijos e hijas. Con ellos tendrán abiertas todas las puertas de su futuro y del de la humanidad.

El título de esta colaboración lo abro con la formulación sencilla de dos valores importantes: “Por favor…”, para el respeto; “Gracias…”, para la gratitud, el agradecimiento. Y como estos dos, que deben “mamarse” desde los primeros balbuceos de nuestros niños y niñas, podemos en las familias inculcar, sobre todo con el ejemplo, muchos y muchos más, de los que destacaría, por ser hoy más necesarios que nunca: la austeridad, el esfuerzo, la energía, la serenidad, la comunicación, la alegría, la ternura, la entrega, la esperanza, la trascendencia, la religiosidad… y un largo etcétera al que cada uno puede añadir los valores que considere esenciales para la persona.

Comencemos por nosotros mismos y por nuestras propias familias a solucionar la crisis que nos aqueja, que las demás se solucionarán por ellas mismas.


Fernando Gámez de la Blanca.- 12- Enero-2011.-

No hay comentarios: