viernes, 15 de febrero de 2013

LECTIO DIVINA DOMINGO 1º CUARESMA


 
                     Lectio  divina             Fuente: DABAR
Domingo 1º Cuaresma. Ciclo “C”   17 de Febrero 2013
Dt 26, 4-10; Sal 90, 1-2.10-15; Rm 10, 8-13; Lc 4, 1-13

1. Oración inicial:
Cristo, tu actitud tajante frentre al diablo en sus tentaciones es lección para mí, que, como Eva, no lo rechazo tajantemente con la palabra de dios. Como tú, no quiero buscar milagros, ni poder, ni obstentación. Quiero vivir con la grandeza y sencillez de la fe.

2. Lectura comprensiva: LUCAS 4, 1-13
En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final sintió hambre. Entonces el diablo le dijo: «Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan». Jesús le contestó: «Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre”». Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró en un instante todos los reinos del mundo y le dijo: «Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo». Jesús le contestó: «Está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él sólo darás culto”». Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: «Si eres hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Encargará a los ángeles que cuiden de ti”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”». Jesús le contestó: «Está mandado: “No tentarás al Señor, tu Dios”». Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.

3. Comentario bíblico:
a. Aclaraciones al texto
 V.1 Lleno del Espíritu Santo. Referencia explícita al descenso del Espíritu de Dios sobre Jesús con ocasión de su bautismo en el río Jordán. El desierto. En su vertiente occidental, la judía, árida y desolada sucesión de montañas y colinas, con el Mar Muerto como frontera. Durante cuarenta días. Número redondo; número bíblico familiar para un judío por su empleo en situaciones protagonizadas por personajes famosos del pasado (Moisés, Elías).
V.2 Tentar. Poner a prueba con intención siniestra. El Diablo. El Espíritu no santo, personaje misterioso y real.
Vs.3 y 9 Si eres Hijo de Dios. Referencia explícita a las palabras venidas  del cielo a raíz del bautismo de Jesús.
V.4 No solo de pan vive el hombre. Cita de Deut.8,3.
Vs. 4,8 y 10 Está escrito. V.12 Está mandado. En pasiva en el original, con Dios como referente implícito.
V.6 A mí me lo han dado. Construcción pasiva en el original, remitiendo implícitamente a Dios como sujeto agente. En esta ocasión, es el diablo quien evita pronunciar el nombre divino en señal aparente y engañosa de respeto a Dios.
V.8 Al Señor tu Dios adorarás y a él solo darás culto. Cita de Deut.6, 13.   
V.9  Alero. No es probablemente la traducción más correcta de un término que, en el texto original, designa genéricamente la parte más alta del templo, el pináculo.
Vs.10-11 Encargará a los ángeles que cuiden de ti. Cita del Sal.91,11. Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras. Cita del Sal.91,12. Ambas citas aducidas esta vez por el Diablo.  
V.12 No tentarás al Señor tu Dios. Cita de Deut. 6,16.
V.13 Hasta otra ocasión. En el sentido de ocasión propicia, momento propicio.



b. Texto
Larga estancia de Jesús en la zona desértica e inhóspita de Judea de resultas de la escena vivida en el cercano río Jordán. El Padre del cielo había regalado su paternidad a Jesús: él era su hijo especial, él tenía toda su complacencia. El espíritu santo de Dios era la fuerza que movía a Jesús.
¿Qué tiene de extraño que, estando así las cosas, el espíritu no santo del Diablo se revolviera  contra Jesús y se enfrentara a él? El texto de hoy es la historia cruda y concisa de este revolverse, de este enfrentarse del Diablo con Jesús.
Tú puedes convertir en pan la piedra que tienes delante, porque eres Hijo especial de Dios. (v.3). Tú puedes tener todo el poder y la gloria del mundo, porque Dios me los ha dado a mí y yo quiero dártelos a ti (v.6). Tú no corres ningún riesgo de muerte, porque eres Hijo especial de Dios (vs.9-11). Todo ello dicho sin una mala palabra ni un mal gesto por parte del Diablo. Al contrario: todo parece realista, razonado, razonable, verdadero. El Diablo cita incluso la Escritura Santa y hasta evita pronunciar el nombre divino en señal de respeto a Dios.
Para Jesús, en cambio, todo ello era apariencia, engaño y mentira. Y así se lo dijo directamente al diablo ¿En qué se basaba Jesús? ¿Dónde lo había aprendido?   No solo de pan vive el hombre (v.4). Al Señor tu Dios adorarás y a Él solo darás culto (v.8). No tentarás al Señor tu Dios (v.12). Se basaba en la Escritura Santa, lo había aprendido en ella. Se lo había enseñado Dios, el alimento  por encima de todo otro alimento (v.4), el único a quien hay que adorar (v.8) y a quien no hay que probar como se prueba una mercancía (v.12). Esto es lo que Jesús le dijo al Diablo, directamente a él,  quien, sin embargo, no se dio por vencido en espera de otras ocasiones propicias.

4. Meditación:
Indicaciones para nuestra vida
¿Qué nos pide hoy Jesús? Vencer al Diablo como él lo venció. ¿Cómo? Dejando entrar a Dios en nosotros, en nuestra vida.  Contando con Dios para poner orden en nosotros y en nuestro ambiente. No cortando la corriente vital de comunión y de comunicación con Dios. Deponiendo la arrogancia de ponernos por encima de Dios, de convertirnos a nosotros mismos en Dios.
Preguntas y cuestiones
Jesús es tentado, pero en todo momento mantiene en su boca la Palabra de Dios, no deja de confiar en su Padre.
¿Dónde depositamos nuestra confianza?
¿Escuchamos, leemos y recordamos la Palabra para poder aplicarla en nuestras vidas?
¿Creemos que esta Palabra es la Revelación de Dios que debe guiar y orientar nuestras vidas?
¿Es la Palabra la que guía nuestros pasos hacia la Pascua?

5, Contemplación:
El Evangelio de hoy nos ofrece una pista para este recorrido cuaresmal hacia nuestra renovación pascual: es hacer en nosotros un “desierto”; es decir, una introspección de conocimiento de nosotros mismos. Tomar conciencia de quiénes somos; saber los criterios con los que nos comportamos y ver aquello de lo que tendremos que despojarnos y aquello que deberemos transformar en nuestras vidas para  volvernos de cara a Dios.

6. Oración:
Señor, Dios nuestro: Ahora que tu pueblo empieza el camino cuaresmal, ven en su auxilio, para que las tentaciones que le ponen en este mundo las fuerzas del Maligno, se vean superadas con la fuerza de tu gracia y tu Palabra.

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