La
actualidad abunda en acontecimientos que comentar y hoy voy a hacerlo
sobre la “Marcha por la VIDA, LA MUJER y LA FAMILIA”, de este
último fin de semana en Madrid y de la que fui testigo y
protagonista con mi esposa, formando parte de una pequeña
representación que partió desde nuestra Ciudad y en la que
curiosamente era el único varón entre un grupo de mujeres solteras,
casadas y viudas, que formábamos la expedición.
Impresionante
y admirable esta marcha por muchos motivos: Ningún político, ni
ningún representante sindical, ni religioso la encabezaba de forma
“oficial”. El protagonismo
fue de los propios ciudadanos y de asociaciones pro vida, de familia
y de mujeres. Nadie dio consignas preestablecidas, nadie ofendió, ni
insultó; todos con alegría y entre música y canciones ensalzaban
la vida, la maternidad y la familia. Los viandantes
colaterales a la marcha observaban respetuosos a las personas que se
manifestaban. Ninguna contra-marcha en los alrededores. Ningún
trabajo o esfuerzo “extra” de la policía. Un grito, sin ira y
unánime, se repetía una y otra vez: “Vida SÍ, aborto NO”. Eso
sí, al paso de la comitiva por la calle Génova 13, Sede del Partido
del Gobierno, algunos pitos y algún apelativo airado y fuerte para
que “alguien” se enterara del enfado de sectores de dicho partido
por lo acaecido con la retirada de la “Ley del Aborto”; por lo
demás seguimos la marcha hasta la Plaza de Colón, donde se oyeron
las voces del organizador responsable y de bastantes mujeres de
diversas edades discrepando del aborto y pidiendo soluciones reales y
factibles para proteger a los no nacidos, a las madres y a la
familia. Grupo musical y canciones alusivas. Aplausos y vivas a la
VIDA. Globos blancos hacia el cielo azul de aquella soleada mañana y
finalmente, con el mismo orden y alegría, cada uno con los suyos:
padres, madres, abuelos, hijos desde los que aún maman hasta
adolescentes y jóvenes, muchos de los cuales sirvieron de
voluntarios, nos fuimos retirando para que la normalidad y el
habitual tráfico rodado volviera a la Ciudad. Asepsia absoluta
política y religiosa en esta marcha, para que todo el que apuesta
por la VIDA, la MUJER y la FAMILIA, sea de la condición que sea y
piense como piense, pudiera estar en esa MARCHA sin sentirse
manipulado por nadie, como así sucedió.
Esperemos
que TODOS tomemos buena nota de lo sucedido, especialmente los
Políticos, y nadie menosprecie a las personas allí reunidas y los
mensajes emitidos; porque algún político, y bastante importante, ha
restado importancia al número de manifestantes, cuando curiosamente
han sido muchos miles, y sobre todo cuando no minusvaloran, ni
menosprecian otro tipo de manifestaciones bastante menos importantes
y significativas.
Hay que mirar con
más objetividad y menos partidismo, cuando una gran parte del pueblo
se expresa. Concluyo con esta sentencia que he leído por algún
sitio estos días:
“Nuestros
enemigos no son los que nos odian., sino aquellos a quienes nosotros
odiamos, porque entonces aún siguen teniéndonos prisioneros”.
Fernando
Gámez de la Blanca.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario