viernes, 9 de agosto de 2013

DESDE LA PAZ. DON PASCUAL CHÁVEZ

Buenas noticias
«DESDE LA PAZ»
nº 000 – 4 agosto 2013

S.S. FRANCISCO

   Jesucristo, la Iglesia, el Papa…, cuentan con vosotros. «Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Con estas palabras, Jesús se dirige a cada uno de ustedes, diciendo: «Qué bueno ha sido compartir la Jornada Mundial de la Juventud, vivir la fe junto a jóvenes venidos de los cuatro ángulos de la tierra pero, ahora, tú debes ir y transmitir esta experiencia a los demás». Jesús te llama a ser un discípulo en misión…
A la luz de la Palabra de Dios que acabamos de oír, ¿Qué nos dice hoy el Señor? ¿Qué nos dice hoy el Señor? Tres palabras: Vayan…, sin miedo…, para servir.

   1. Vayan. Durante estos días, ustedes han podido hacer la bella experiencia de encontrar a Jesús, de encontrarlo juntos, sintiendo la alegría de la fe.
   Pero la experiencia de este encuentro no puede quedar encerrada en la vida de ustedes, o en el pequeño grupo de la parroquia, del movimiento o comunidad. Sería, quitarle el oxígeno a una llama que arde. La fe es una llama que se hace más viva cuanto más es compartida y transmitida, para que todos puedan conocer, amar y profesar a Jesucristo, que es el Señor de la vida y de la historia.
   Pero ¡cuidado! Jesús no ha dicho: si quieren, si tienen tiempo, Vayan…, sino que dijo: «¡Vayan!». Compartir la experiencia de la fe, dar testimonio de la fe, anunciar el evangelio, es el mandato que el Señor confía a toda la Iglesia, también a ti; es un mandato que no nace de la voluntad de poder, sino de la fuerza del amor, del hecho que Jesús ha venido antes a nosotros y nos ha dado, no nos dio algo de sí, sino se nos dio, todo Él. Ha dado su vida, para salvarnos y mostrarnos el amor y la misericordia de Dios.
   Jesús no nos trata como a esclavos, sino como a hombres libres, amigos, hermanos; y no sólo nos envía, sino que nos acompaña, está siempre a nuestro lado, en esta misión de amor.
   ¿Para dónde nos envía Jesús? No hay fronteras, no hay límites: nos envía a todas las personas. El evangelio es para todos, y no para algunas personas. No es sólo para aquellos que parecen más cercanos a nosotros, más abiertos, más acogedores. Es para todas las personas. No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a todos los ambientes, hasta las periferias existenciales, incluidos aquellos que parecen más distantes, más indiferentes. El Señor busca a todos, quiere que todos sientan el calor de su misericordia y de su amor.
   De forma especial, quisiera que este mandato de Cristo: «¡Vayan!», resonara en ustedes, jóvenes de la Iglesia en América Latina, comprometidos en la misión continental promovida por los obispos. El Brasil, América Latina, el mundo necesita de Cristo. San Pablo dice: «¡Ay de mí si no anuncio el evangelio!» (1 Co 9,16). Este continente ha recibido el anuncio del Evangelio, que marcó su camino y produjo mucho fruto. Ahora este anuncio se les ha confiado también a ustedes, para que resuene con fuerza renovada. La Iglesia necesita de ustedes, del entusiasmo, de la creatividad y de la alegría que los caracteriza. Un gran apóstol de Brasil, el beato José de Anchieta, partió en misión cuando tenía apenas diecinueve años! ¿Saben cuál es el mejor evangelizador de los jóvenes? Otro joven. Éste es el camino a recorrer por ustedes.

   2. Sin miedo. Puede que alguno piense: «No tengo ninguna preparación especial, ¿cómo puedo ir y anunciar el evangelio?». Querido amigo, tu miedo no se diferencia mucho del de Jeremías. Escuchamos, cuando fue llamado por Dios para ser profeta: «¡Ay, Señor, Dios mío! Mira que no sé hablar, que sólo soy un niño». También Dios les dice a ustedes lo que dijo a Jeremías: «No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte» (Jr 1,6.8). Él está con nosotros.
   «No tengan miedo». Cuando vamos a anunciar a Cristo, es Él mismo el que va por delante y nos guía. Al enviar a sus discípulos en misión, ha prometido: «Yo estoy con ustedes todos los días» (Mt 28,20). Y esto es verdad también para nosotros. Jesús no nos deja solos, ¡nunca deja solo a nadie! ¡Nos acompaña siempre!
   Además Jesús no dijo: «Anda», sino «¡Vayan!»: somos enviados juntos. Queridos jóvenes, sientan la compañía de toda la Iglesia, y también la comunión de los santos, en esta misión. Cuando juntos hacemos frente a los desafíos, entonces somos fuertes, descubrimos recursos que pensábamos que no teníamos. Jesús no ha llamado a los apóstoles para que vivan aislados, los ha llamado a formar un grupo, una comunidad. Quisiera dirigirme también a ustedes, queridos sacerdotes que concelebran conmigo esta Eucaristía: han venido para acompañar a sus jóvenes, y es bonito compartir esta experiencia de fe. Seguro que los ha rejuvenecido a todos. ¡El joven contagia juventud! Pero es una etapa en el camino. Por favor, sigan acompañándolos con generosidad y alegría, ayúdenlos a comprometerse activamente en la Iglesia; que nunca se sientan solos. Y aquí quiero agradecer de corazón a los grupos de pastoral juvenil, a los movimientos y nuevas comunidades que acompañan a los jóvenes en su experiencia de ser Iglesia, tan creativos, tan audaces. ¡Sigan adelante y no tengan miedo!

   3. La última palabra: para servir. En el inicio del salmo, escuchamos estas palabras: «Canten al Señor un cántico nuevo» (95,1). ¿Cuál es este cántico nuevo? No son palabras, no es una melodía, sino que es el canto de nuestra vida, es dejar que nuestra vida se identifique con la Vida de Jesús, es tener sus sentimientos, sus pensamientos, sus acciones. Y la vida de Jesús es una vida para los demás, es una vida de servicio.

   San Pablo, en la lectura que escuchamos, decía: «Me hice esclavo de todos, a fin de ganar el mayor número posible» (1 Co 9,19). Para anunciar a Jesús, Pablo se hizo «esclavo de todos». Evangelizar significa testimoniar personalmente el amor de Dios, superando nuestros egoísmos, significa, servir, inclinándonos a lavar los pies de nuestros hermanos como hizo Jesús.
   Siguiendo estas tres palabras “Vayan, sin miedo, para servir”, experimentarán que quien evangeliza es evangelizado, quien transmite la alegría de la fe, recibe más alegría. Queridos jóvenes, cuando vuelvan a sus casas, no tengan miedo de ser generosos con Cristo, dando testimonio del Evangelio.
  En la primera lectura, cuando Dios envía al profeta Jeremías, le da el poder para «arrancar y arrasar, para destruir y demoler, para reedificar y plantar» (Jr 1,10). También es así para ustedes. Llevar el Evangelio es llevar la fuerza de Dios para arrancar y arrasar el mal y la violencia; para destruir y demoler las barreras del egoísmo, la intolerancia y el odio; para edificar un mundo nuevo. Queridos jóvenes, ¡Jesucristo cuenta con ustedes! ¡La Iglesia cuenta con ustedes! ¡El Papa cuenta con ustedes! Que María, Madre de Jesús y Madre nuestra, les acompañe siempre con su ternura: «Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos». Amén.

Id y haced discípulos a todas las naciones
   Cuando celebramos la vigilia en la Basílica de la Virgen de los Desamparados para entregar la misión a quienes participan de esta Jornada Mundial de la Juventud, os hablaba de cuatro cuestiones que me parecen muy importantes para todos los cristianos. El Santo Padre quiere que los discípulos de Jesucristo respondamos a ellas saliendo a este mundo y proponiendo a Jesucristo, como el único camino que tiene el ser humano para sí mismo y para hacer esta historia. Tengamos la valentía y osadía de acoger su propuesta, asumirla cada uno de nosotros, y regalársela a los jóvenes como el bien más precioso para sus vidas.
   De estas cuatro cuestiones quiero hablaros a todos los cristianos en mi carta semanal, uniéndome al Santo Padre Francisco en su viaje a Brasil:
1) “Quédate con nosotros porque atardece”;
2) “¿No estaba ardiendo nuestro corazón, cuando nos hablaba en el camino?”;
3) “¿De qué discutís entre vosotros, mientras vais andando?”, y
4) “¡Oh insensatos y tardos de corazón!”.
   Estas cuestiones es necesario que nos las planteemos, si es que nos tomamos con seriedad y buscamos la profundidad, lo que el lema nos dice y que el Santo Padre quiere que los jóvenes asuman, con todas las consecuencias: “id y haced discípulos a todas las naciones”

   ¡Qué grande y maravilloso es vivir siempre pensando en los demás, como hizo Jesucristo! Construid la vida sobre Jesucristo, ´´El es la roca verdadera. Demos la señal de que somos discípulos del Señor, amándonos unos a otros.
Con gran afecto os bendice,  + Carlos, Arzobispo de Valencia

San Eusebio de Vercelli (283-371)
   Nació en Cerdeña, Italia. Al morir su padre, su madre lo llevó a vivir a Roma, donde el Papa Liberio lo tomó bajo su protección, lo educó y lo ordenó sacerdote. Poco después, en Vercelli, al norte de Italia, murió el obispo y el pueblo y los sacerdotes proclamaron a Eusebio como el nuevo obispo, por su santidad y sus muchos conocimientos.
   Una de sus grandes preocupaciones, era, instruir al pueblo en religión. Y él mismo iba, de parroquia en parroquia, instruyendo a los feligreses…


   “LA FRATERNIDAD, FUNDAMENTO Y CAMINO PARA LA PAZ”. ÉSTE ES EL TEMA DE LA 47ª JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ, La primera del Papa Francisco. Desde el inicio de su ministerio, ha subrayado la importancia de superar una “cultura del descarte” y promover la "cultura del encuentro", para avanzar en la consecución de un mundo más justo y pacífico.,,
   Con un Mensaje en continuidad con el de sus Predecesores, propone a todos el camino de la fraternidad, para dar un rostro más humano al mundo


   EL PAPA CELEBRA LA MISA CON LOS JESUITAS EN LA FESTIVIDAD DE SAN IGNACIO DE LOYOLA, fundador de la Compañía de Jesús, orden a la que él también pertenece, Misa privada concelebrada con monseñor Luis Ladaria, Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Padre general de la Compañía de Jesús, Adolfo Nicolás, miembros del Consejo y doscientos jesuitas. 


   "EL PAPA FRANCISCO HA HECHO SALIR, A LA IGLESIA, A LA CALLE"
"LE HA DEVUELTO DINAMISMO Y NOS HA ENSEÑADO, QUÉ IGLESIA QUIERE"…

  Alegría y entusiasmo hemos vivido alrededor de su figura carismática. El Papa, en esta JMJ, "con sus gestos, actitudes e intervenciones, ha puesto fuego en el corazón y ha robustecido la voluntad de todos" para ser de verdad "discípulos y misioneros de Cristo", enviados al mundo, sin miedo, para servirlo y transformarlo.
   He tenido la gracia y el privilegio de participar en ella, junto a otros miembros del Consejo General. Me he sentido muy contento al ver a numerosos hermanos…, de las delegaciones de los cinco continentes.
   Aunque, actuales dificultades, han impedido la asistencia de muchos salesianos y jóvenes que hubieran participado, nos hemos encontrado con más de 7000 jóvenes del MJS de las obras de los Salesianos, de las Hijas de María Auxiliadora, de las Hijas del Divino Salvador y de las Hermanas de la Caridad de Jesús.

 Con afecto, en Don Bosco,
 Don Pascual Chávez V., sdb
Rector Mayor

No hay comentarios: