Epifanía
Is 60,1‑6; Ef 3,2‑3a.5‑6; Mt 2,1‑12
V/
Dios mío, ven en mi auxilio.
R/
Señor date prisa en socorrerme.
V/ Gloria al Padre…
R/ Como era en un principio…
Oración: Señor, Tú que en este día
revelaste a tu Hijo unigénito a los pueblos gentiles, por medio de un estrella,
concede los que ya te conocemos por la
fe poder contemplara un día. Cara a
cara, la hermosura infinita de tu gloria.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 71)
Ø
Se
postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de
reyes, para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud.
Ø
Se
postrarán ante ti, Señor todos los pueblos de la tierra.
Que en sus días florezca la justicia y la paz hasta que
falte la luna; que domine de mar a mar, del Gran Río al confín de la tierra.
Ø
Se
postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Que los reyes de Tarsis y de las islas le paguen tributo.
Que los reyes de Saba y Arabia le ofrezcan sus dones; que se postren ante él
todos los reyes, y que todos los pueblos le sirvan.
Ø
Se postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos
de la tierra.
Él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía
protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los
pobres.
Ø
Se
postrarán ante ti, Señor, todos los pueblos de la tierra.
Salmo Bíblico 71
1 (1b)Concede, oh Dios, al rey,
tu propia justicia y
rectitud,
2 para
que con rectitud y justicia
gobierne a tu pueblo y a tus
pobres.
3 Ofrezcan
las montañas y los cerros
paz y rectitud al pueblo.
4 ¡Que
haga justicia el rey a los pobres!
¡Que salve a los hijos de
los necesitados
y aplaste a los
explotadores!
5 ¡Que
tenga el rey temor de ti por siempre,
mientras el sol y la luna
existan!
6 ¡Que
sea como la lluvia y el rocío
que riegan la tierra y los
pastos!
7 ¡Que
abunden la paz y la rectitud
en los días de su reinado,
hasta que la luna deje de
existir!
8 ¡Que
domine de mar a mar,
del río Éufrates al último
rincón del mundo!
9 ¡Que
sus enemigos, que habitan en el desierto,
se rindan humillados ante
él!
10 ¡Que
le traigan regalos y tributos
los reyes de Tarsis y de las
islas,
los reyes de Sabá y de Sebá!
11 ¡Que
todos los reyes se arrodillen ante él!
¡Que todas las naciones le
sirvan!
12 Pues
él salvará al pobre que suplica
y al necesitado que no tiene
quien lo ayude.
13 Tendrá
compasión de los humildes
y salvará la vida a los
pobres.
14 Los
salvará de la opresión y la violencia,
pues sus vidas le son de
gran valor.
15 ¡Viva
el rey!
¡Que le den el oro de Sabá!
¡Que siempre se pida a Dios
por él!
¡Que sea siempre bendecido!
16 ¡Que
haya mucho trigo en el país
y que abunde en la cumbre de
los montes!
¡Que brote el grano como el
Líbano
y que haya tantas espigas
como hierba en el campo!
17 ¡Que
el nombre del rey permanezca siempre;
que su fama dure tanto como
el sol!
¡Que todas las naciones del
mundo
reciban bendiciones por
medio de él!
¡Que todas las naciones lo
llamen feliz!
18 Bendito
sea Dios, Señor y Dios de Israel,
el único que hace grandes
cosas;
19 bendito
sea por siempre su glorioso nombre.
¡Que toda la tierra se llene
de su gloria!
¡Amén!
COMENTARIO
1. PRIMERA LECTURA:
CON ISRAEL
* Este salmo, escrito
después del exilio, en una época en que ya la dinastía de David no estaba en el
trono, se refiere directamente al "rey-Mesías", ¡al reino Mesiánico
esperado como "universal' y "eterno"! Sólo Dios puede tener un
reino eterno, "que dure tanto como el sol, hasta la consumación de los
siglos". En vano un rey cualquiera puede pretender tal cosa. Como en los
demás salmos, encontramos en éste, el procedimiento literario llamado de
"revestimiento": se trata de un lenguaje florido, que utiliza el
"estilo de las cortes reales de oriente", con sus hipérboles
gloriosas y su ideología real, para expresar un "misterio", para
"revestir" una revelación no sobre un sistema político sino sobre
Dios mismo.
SEGUNDA LECTURA: CON
JESÚS
** Ningún salmo más
apropiado que éste, para celebrar la Epifanía. Es como una profecía que
anuncian los "magos": "los reyes de Saba y de Arabia harán sus
ofrendas"... Pero más allá de los detalles concretos de este género, este
salmo en su totalidad tiene que ver con Jesús, amigo y protector de los pobres,
defensor de los desgraciados, vencedor del mal, que hace "lamer el
polvo" a nuestros enemigos: ¡el pecado y la muerte! No hay otro rey como
El. ¡Sólo aquel reino, el suyo, el reino del amor sin fronteras, es eterno! Y
nosotros estamos invitados a hacerlo "llegar": "Adveniat regnum
tuum... ¡Que venga tu reino!".
Nos imaginamos a
Jesús cantando este salmo con sus compatriotas en la Sinagoga de su pueblo, El,
un carpintero ignorado, "pequeño y pobre" El mismo, y sin embargo,
perfectamente consciente que su "obra real" se extenderá hasta los
¡"confines de la tierra, y que en El, serán benditas todas las razas de la
tierra"!
TERCERA LECTURA: CON
NUESTR0 TIEMP0
*** "Esta
oración por el rey", esta "oración por el reino de Jesús", hay
que rehacerla, darle vida hoy. Nosotros tenemos esta misión. No podemos esperar
pasivamente: tenemos que trabajar en ello. Y cada uno de nosotros lo puede,
aunque su situación sea muy modesta... Ahora bien, nuestros puestos de
"responsabilidad", si los tenemos, debemos revisarlos a partir de
este programa, el programa-Jesús:
"Hasta los
confines de la tierra... Todos los países, todas las razas..." ¿Tengo el
corazón suficientemente abierto? ¿Me encierro en mi pequeño universo aislado y
mohoso? El proyecto de Dios es universal. Por la televisión, la radio y demás
medios de comunicación, el universo entero está a las puertas. Puedo obrar en
Bangla Desh, en Rusia, en Indonesia... mediante la oración, y mis compromisos.
las misiones y todas las obras en favor de los pobres del tercer mundo, esperan
mí cooperación activa.
"Que aplaste al
explotador... Que sus enemigos muerdan el polvo..." ¡Sí, el mal tiene que
desaparecer! La explotación del hombre por el hombre tiene que desaparecer.
¿Por qué se acusa sin más de marxistas a quienes utilizan el lenguaje de los
salmos y del Evangelio? ¿Cómo podemos marginarnos de las luchas humanas que
buscan acabar el mal entre los hombres?
"La justicia...
La justicia... La justicia..." La aspiración a la justicia es cosa de
todas las épocas (¡ella colma este salmo!). Pero se ha reavivado
particularmente en nuestro tiempo. ¡Tanto mejor! ¿Qué hacemos para que ésto sea
una realidad? Quedan aún muchos lugares en que la justicia debe reinar: la
familia, el trabajo, los grupos, las relaciones internacionales... Ocupar el
tiempo trabajando honestamente... Pagar el justo precio... El justo salario...
Ser justo con los hijos, los amigos, los colegas... ¿Podré recitar este salmo
71 sin comprometerme en la lucha por la justicia allí donde Dios lo quiere?
"Los
desgraciados... Los pobres... El mendigo..." La justicia no consiste
solamente en mantener la balanza equilibrada, sino en hacerla inclinar voluntariamente
en favor de aquellos que están más expuestos a padecer los golpes de la
injusticia. Es más grave perjudicar al débil que al poderoso, porque el
poderoso tiene con qué defenderse, no así el "pequeño". El
rey-Jesús-Mesías toma partido por los pobres: ¿y nosotros?
"La
abundancia... El oro de Saba... El país convertido en un campo de
trigo..." Imágenes de fecundidad y de felicidad, imágenes de prosperidad
casi milagrosa de la era Mesiánica. Imágenes materiales, símbolos de la
felicidad espiritual que Jesús trae aun a aquellos que están desamparados y que
desconocerán siempre las riquezas y la saciedad. Esta felicidad Mesiánica
esencial, es la "paz", unida dos veces a la "justicia" en
esta oración. Señor, danos la "paz", da a todos los hombres la
"paz" (Shalom).
Todos responsables.
Si somos de temperamento muy democrático, republicano, nos sentiremos quizá
molestos por la ideología real que llena este salmo. "Reyes" en el
sentido estricto de la palabra, no hay muchos en nuestro tiempo. La
"oración" por el "rey" expresada en este salmo puede
parecer "pasada de moda" a muchos hombres de hoy, cuyo ideal es la
participación al máximo de los grupos, las asociaciones, el pueblo, los
sindicatos, en el "poder"... A veces se llega hasta la
"autosugestión". ¿Hay que echar este salmo al olvido o al museo de
antigüedades? Por qué más bien, no rezarlo "con nuestro tiempo",
infundiéndole todo lo que el mundo moderno tiene de bueno cuando desea una
mayor difusión de responsabilidades. Si hoy hay menos reyes, hay por otra parte
más y más personas responsables en todos los niveles. Entonces, oremos por
ellos. En su oración universal de cada domingo, la Iglesia nos invita a
hacerlo. Este salmo tomaría una tonalidad muy moderna si supiéramos
actualizarlo orando precisamente por aquellos que tienen cargos de
responsabilidad. "Que gobiernen con justicia... Que respeten los derechos
de los desgraciados... Que cuiden de los débiles y los pobres... Que luchen
contra la opresión y la violencia... Que promuevan la prosperidad y la paz"
Y no olvidemos que "orar por los responsables" no nos dispensa jamás
de participar en su trabajo. En una verdadera democracia el éxito del bien
común, la marcha de una empresa, el ambiente de una familia, no dependen
solamente de aquellos que tienen el poder: todos tenemos una parte de
responsabilidad en el progreso de la justicia.
El rey no es el Rey.
Israel nos da una lección válida para todos los tiempos y todos los sistemas
políticos: ¡en la Biblia, el rey no es el rey! ¡El Rey es Dios! Bajo la apariencia
de un régimen semejante al de sus vecinos, Israel vivió de hecho una
experiencia original: ni realeza, ni democracia... sino teocracia, Dios es el
Señor. Hay alguien que está "sobre" aquellos que tienen el poder.
Ellos no pueden gobernar a su capricho, ni para su provecho personal. Los
notables serán juzgados. Cuando se "ora por el rey" en Israel, es en
el fondo una manera de recordarle sus deberes: hay un proyecto de Dios sobre
las sociedades, al que debemos todos tratar de amoldarnos.
NOEL QUESSON
50 SALMOS PARA TODOS LOS DIAS. Tomo I
PAULINAS, 2ª Ed. BOGOTA-COLOMBIA 1988, págs. 144-147
50 SALMOS PARA TODOS LOS DIAS. Tomo I
PAULINAS, 2ª Ed. BOGOTA-COLOMBIA 1988, págs. 144-147
2. JUSTICIA PARA LOS OPRIMIDOS
La oración de Israel por su rey era una oración por la justicia, por el
juicio imparcial y por la defensa de los oprimidos. Mi oración por el gobierno
de mi país y por los gobiernos de todo el mundo es también una oración por la
justicia, la igualdad y la liberación.
«Dios mío, confía tu juicio al rey, tu justicia al hijo de reyes: para que
rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. Que los montes
traigan paz, y los collados justicia. Que él defienda a los humildes del
pueblo, socorra a los hijos del pobre y quebrante al explotador».
Rezo, y quiero trabajar con toda mi alma, por estructuras justas, por la
conciencia social, por el sentir humano entre hombre y hombre y, en
consecuencia, entre grupo y grupo, entre clase y clase, entre nación y nación.
Pido que la realidad desnuda de la pobreza actual se levante en la conciencia
de todo hombre y de toda organización para que los corazones de los hombres y
los poderes de las naciones reconozcan su responsabilidad moral y se entreguen
a una acción eficaz para llevar el pan a todas las bocas, refugio a todas las
familias y dignidad y respeto a toda persona en el mundo de hoy.
Al rezar por los demás, rezo por mí mismo, es decir, despierto y traduzco a
mi situación lo que he pedido para los demás en la oración. Yo no soy rey, los
destinos de las naciones no dependen de mis labios y no los puedo cambiar con
una orden o con una firma. Pero soy hombre, soy miembro de la sociedad, soy
célula en el cuerpo de la raza humana, y las vibraciones de mi pensar y de mi
sentir recorren los nervios que activan el cuerpo entero para que entienda
y actúe y lleve la redención al mundo. Para mí pido y deseo sentir tan al vivo
la necesidad de reforma que mis pensamientos y mis palabras y el fuego de mi
mirada y el eco de mis pisadas despierte en otros el mismo celo y la misma
urgencia para borrar la desigualdad e implantar la justicia. Es tarea de todos,
y por eso mismo tarea mía que he de comunicar a los demás con mi propia
convicción y entusiasmo, para lograr entre todos lo que todos deseamos.
Israel seguirá rezando por su rey:
«Porque él librará al pobre que clamaba, al afligido que no tenía
protector; él se apiadará del pobre y del indigente, y salvará la vida de los
pobres; él rescatará sus vidas de la violencia, su sangre será preciosa a sus
ojos».
Y el Señor bendecirá a su rey y a su pueblo:
«Que dure tanto como el sol, como la luna de edad en edad; que baje como
lluvia sobre el césped, como llovizna que empapa la tierra; que en sus días
florezcan la justicia y la paz hasta que falte la luna; que domine de mar a
mar, del Gran Río al confin de la tierra».
Que reine la justicia en la tierra.
CARLOS G. VALLÉS
Relectura
Salmo 71 en clave cristina
Y ¿cuándo va a llegar ese día
En que Tú rijas el mundo con justicia
Y haya para los humildes rectitud?
¿Cuándo vamos a ver
La justicia y la paz en este mundo.
Una pz que domine de mar a mar
Y que llegue todos los confines de la tierra?
¿Cuándo los reyes de la tierras,
Y los que no somos reyes,
Se postrarán ante ti, Señor,
Como se postraron los reyes de Oriente?
¿Cuándo todos los pueblos,
te van servir
van a cumplir tus preceptos
y van a vivir como tú nos quisiste?
Sólo nos queda pedir
Y Tú quizás nos atiendas,
No quizás, sino que nos tiendes,
Pero no podemos olvidar que el mundo está en manos de los reyes y poderosos
De este mundo
Y también en nuestras manos.
Ayúdales Señor, y ayúdanos a todos.
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