domingo, 15 de diciembre de 2013

FELIZ NAVIDAD (Artículo de Fernando Gámez)

                             
   16/12/2013.-



Vivimos unos tiempos en los que parece imposible eludir este arrollador ritmo que  la vida actual  lleva impreso, en el que todo se adelanta, todo se acelera y todo lo que es bueno quiere acercarlo cada vez más, quiere poseerlo y disfrutarlo cuanto antes.

Las entrañables FIESTAS de NAVIDAD tampoco se escapan de ese ritmo acelerado y, como botón de muestra, observamos que  ya, desde los últimos días de noviembre, nos han estado asediando con los adornos y los anuncios de la NAVIDAD.
Así es posible que llegue el día en que esto suceda desde los inicios del otoño,  al ritmo que vamos. Pero si todo ello sucede sólo por motivos comerciales, malo; mas si también sucede porque la NAVIDAD nos acerca y nos trae  tantas sensaciones buenas, tantos mensajes llenos de mayor comprensión, de amor más profundo y de paz más firme, de los que estamos tan necesitados,  bienvenido sea ese adelanto de la NAVIDAD.

Siendo optimista, que es la actitud que más debemos cultivar y poner en práctica, veo la Navidad, a pesar de las voces discordantes que sobre ella existen, algo normal en un mundo en el que la libertad se ejerce sin tapujos ni dobleces, la veo, digo, cada vez más auténtica, más original, más volviendo a sus raíces y a su significado cristiano.
Porque las personas se encuentran en este tiempo más felices, olvidando rencores, disculpando errores, no dando importancia a sucesos desagradables u ofensivos entre ellas; las familias se unen y se juntan durante unos días viviendo el calor humano del hogar, acentuando los recuerdos de la infancia y la niñez, recordando los consejos y dichos de los abuelos, haciendo realidad gozosa la paz y el consuelo de los ratos de charla, lectura reposada, plegarias sencillas, comidas caseras y austeras elaboradas con las recetas de la abuela, teniendo detalles y regalos agradecidos de los hijos para con los padres y de éstos para con sus hijos, en un intercambio de detalles y de afectos mutuos.
Porque, en fin, el recuerdo de la NAVIDAD nos acerca más a los demás, que es en el fondo acercarnos más a ESE NIÑO de BELÉN que trajo al mundo un Mensaje, que con el paso del tiempo y de los muchos años que hace que se promulgó, no ha perdido ni un ápice de actualidad; no nos resulta extraño ni pasado de moda, porque fue y es aún hoy un Mensaje de CONCORDIA, de PERDÓN, de ENTENDIMIENTO y en resumen de PAZ y AMOR para toda la HUMANIDAD.

¡Ojalá no se quede en eso, en un simple mensaje; sino que sea una fecunda realidad, que inunde nuestros Pueblos y Ciudades, nuestro Mundo en general, para que las NAVIDADES del año que termina sean verdaderas Navidades para todo ser humano de cualquier raza, color o país del que proceda!

En nuestras manos está conseguir esa Navidad llena de FELICIDAD para TODOS, que yo os deseo de corazón también a TODOS.



Fernando Gámez de la Blanca.                



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